😶🔇❄ En Silencio Sobre un Banco Helado – Relato

En una ciudad dormida bajo la nieve, ella observaba en silencio sentada en un banco helado. Las luces de las farolas dibujaban sombras largas sobre el asfalto, y el aire nocturno envolvía todo en una calma que pocos comprendían. La máscara cubría su rostro y le impedía hablar, pero no le hacía falta su voz; su presencia decía más que mil palabras. El reflejo tenue de la luz en sus botas altas y el crujido del hielo bajo los tacones, eran los únicos ecos que quedaban de su presencia en las calles vacías.

Cada paso que se escuchaba en la distancia, cada rastro de aliento en el frío, le recordaba que había elegido esta máscara como su armadura. No necesitaba justificarse ni explicar su presencia, pues tras su silencio se había convertido en una figura sombría e imponente que desafía y observa. El viento helado movía suavemente su cabello púrpura, haciendo que los reflejos metálicos de su máscara parecieran aún más desconcertantes bajo las farolas.

A lo lejos, las ventanas de un pequeño café aún titilaban con una luz amarillenta en su interior. Desde donde estaba, podía distinguir la silueta de una pareja charlando al calor del lugar. Bajó la mirada un instante hacia sus manos enguantadas, recordando cómo, no hacía tanto, ella también había formado parte de ese mundo de voces altas y diálogos vacíos. Pero las palabras y las emociones, todo lo que antes le parecía tan esencial, ahora le eran innecesarias. Había elegido aislarse, no por debilidad, sino porque comprendió que la verdadera fuerza radicaba en controlar su propio silencio.

La noche continuó su curso, y el cielo nocturno, apenas visible tras las nubes, seguía girando en su eterna danza alrededor de la estrella polar. Ella empezó a tiritar bajo su chaqueta de cuero. Se levantó del banco, sus tacones resonando en el vacío, y desapareció calle abajo, dejando tras de sí solo la exhalación que se filtraba a través de su máscara, condensada en el aire helado.

Ya había esperado suficiente, y se fue a casa.