Flora de Animación – Enredados
Después de repasar los animales que aparecen en «Enredados», de los mejores clásicos Disney del nuevo milenio, os propongo hacer lo propio con las plantas. Mucho tiempo hacía que no sumaba una entrada a esta sección de «AdenofreakTP», y creo que ya va siendo hora.
La flor dorada de «Enredados»
En primer lugar, habría que mencionar a la flor dorada que provocó en buena medida los sucesos de «Enredados». Una gota de luz solar cayó a la Tierra e hizo brotar una flor mágica con propiedades curativas que prolongaron durante cientos de años la vida de Madre Gothel, curaron a la madre de Rapunzel e hicieron que nuestra princesa adquiriese su pelo rubio y sus poderes.
La flor dorada parece un lirio (Lilium), el género tipo dentro de la familia Liliáceas en la que también nos encontramos las azucenas y los tulipanes. Existen docenas de especies de lirios, de las cuales han aparecido incontables híbridos y variedades cultivadas en jardines de todo el mundo. En concreto, nuestra flor dorada se parece mucho a los lirios de la variedad «Yellow County», de un brillante color amarillo.

En la flor dorada podemos ver algunos de los caracteres diagnósticos de las monocotiledoneas, un taxón especial de las plantas con flores que engloba a las liliaceas, las orquídeas, las palmeras, los cereales y otras muchas plantas de gran importancia para la humanidad. Distinguir a las monocotiledóneas es una de las primeras cosas que te enseñan en botánica, y que los animadores de Disney se hayan molestado en diseñar a la flor dorada y los lirios con fidelidad demuestra una vez más su dedicación. Después de ver esto, sólo me queda quitarme el sombrero.
Los tres caracteres de las monocotiledóneas que distinguimos en la flor dorada son:
- Flor trímera de simetría radial (actinomorfa), con seis tépalos, o sea, tres pétalos y tres sépalos de igual tamaño, forma y coloración.
- Hojas paralelinervadas, con todos los nervios divergiendo de un solo punto en la base de cada hoja y reuniéndose en el extremo.
- Raíces fasciculadas, todas de longitud semejante y sin ninguna que domine sobre las demás.


Otras plantas de «Enredados»
Durante sus largos años de encierro, Rapunzel desarrolló multitud de aficiones que le ayudasen a distraer el aburrimiento y ocupar su tiempo libre. Por lo visto, la botánica y la jardinería están entre ellas, porque entre sus libros hay un tratado de botánica y en su torre podemos ver algunas plantas propias de cualquier jardín o de interior.
Por ejemplo, las flores que tiene Rapunzel ornando su balcón son begoñas (Begonia x hiemalis), que pertenecen a la familia Begoniaceae. Son plantas ornamentales conocidas por su belleza y diversidad y muy populares en jardinería y decoración de interiores. Las begoñas producen flores atractivas en una gran variedad de tonos, incluyendo blanco, rosa, rojo y naranja.
Agarradas a los muros de la torre, hay unas plantas trepadoras más fáciles de identificar. Yo creo que son buganvillas (Bougainvillea spectabilis), una enredadera muy común en los jardines que florece durante todo el año. Pero atención: el colorido violáceo que la hace tan apreciada no es debido a sus flores, sino a un trío de brácteas (hojas especializadas) que rodean a las flores, siendo estas blancas e insignificantes.

Me pregunto como habrá hecho nuestra princesa perdida para plantar sus buganvillas sin poder bajar de su torre. O estas nacieron espontáneamente o madre Gothel le ayudó a plantarlas.
Dentro de la torre, Rapunzel tiene un par de potos (Epipremmum aureum) decorando la escalera que lleva a los pisos superiores. Son plantas trepadoras muy populares como planta de interiores, resistentes y agradecidas, siempre que no cojan frío.

También nos encontramos unas ristras de ajos (Allium sativum) y cebollas (Allium cepa), y un ramillete de romero (Rosmarinus officinalis) colgados junto a los fogones. En una cocina no pueden faltar los condimentos, y la de Rapunzel no iba a estar menos provista.

Ocultando la entrada a la garganta donde se levanta la torre de Rapunzel, hay una cortina de hiedra (Hedera helix) que le viene de perlas a Flynn para esconderse de Maximus, el caballo policía.
Nada más salir de la torre, Rapunzel se tumba en la hierba y se queda maravillada ante la belleza que le había sido negada durante tantos años, mirando por un momento las florecillas que crecen entre las briznas. Esas flores amarillas podrían ser botones de oro o ranúnculos de prado (Ranunculus repens), aunque el color de los estambres no coincida del todo. Es una planta nativa de Europa, Asia y el norte de África que resulta tóxica para los animales herbívoros.


No podía faltar un diente de león (Taraxacum officinale), que enseguida se deshace con el viento y desprende sus frutos alados. Forma parte junto de la familia Asteráceas, junto a otras plantas tan conocidas como la lechuga, la manzanilla y las margaritas.


Al tratar de perseguir los frutos flotantes del diente de león, nuestra princesa se mete de lleno en el arroyo que corre junto a su torre. El agua esta limpia y transparente, y en el fondo crecen berros de agua (Nasturtium officinale), una crucífera comestible y familiar de coles, nabos y rábanos. Es muy fácil encontrarla silvestre junto a los arroyos, pudiendo crecer tanto emergida como completamente cubierta de agua.


Como curiosidad, con los berros, el romero y el diente de león ya he citado tres plantas que tienen la palabra latina «officinalis» formando parte de su nombre científico. Este «epíteto específico» hace referencia a los usos medicinales o culinarios de estas plantas, de tal manera que seguramente toda especie vegetal que lleve el título «officinalis» va a ser comestible o tener propiedades curativas. Esto no significa que todas ellas puedan comerse como si fueran ensalada, pues no olvidéis que hasta las plantas más medicinales también pueden ser tóxicas en dosis medias y altas.
Pero estad tranquilos, que los berros de agua son totalmente comestibles.
Rapunzel y los rapónchigos
No podía terminar esta entrada sin mencionar que en el mismo nombre de la princesa «rubita» se encuentra una referencia botánica. «Rapunzel-Glockenblume» es el nombre alemán de los rapónchigos (Campanula rapunculus), una planta comestible de la familia Campanuláceas que antiguamente era cultivada para su consumo como planta medicinal y como verdura fresca en ensaladas. Hoy en día se usa más como ornamental, pero todavía hay quien la come.

La coincidencia no es sólo en alemán. El mismo nombre «rapónchigo» se parece a Rapunzel; y el epíteto específico en latín «rapunculus» reafirma la semejanza.
Curiosamente, el color de los vestidos que siempre usa Rapunzel también recuerda a los tonos rosados-violáceos de las flores del rapónchigo. En algunos círculos se cree que los animadores de Disney le dieron este color al vestido como un símbolo de su origen real, al ser el púrpura el pigmento de la realeza desde tiempos inmemoriales. Yo prefiero pensar que decidieron este color para darle a nuestra princesa una semejanza adicional con la planta que le prestó su nombre.
¿Y qué relación tiene Rapunzel con esta verdura? Pues eso habría que buscarlo en la obra original de los Hermanos Grimm. Según el cuento, cuando los padres de Rapunzel esperaban a su hija, también pasaban mucha hambre. En su desesperación, al padre no se le ocurrió otra cosa que asaltar el jardín de su vecina y robarle los rapónchigos que tenía plantados.
La vecina, una bruja que se hacía llamar «Madre Gothel», le pilló en plena faena y como pago por robar los rapónchigos y pisotearle los geranios, le exigió que le entregara a su hija en el momento de su nacimiento. Temiendo la ira de la bruja, los padres accedieron. Gothel se llevó a la niña, la encerró en una torre y le puso de nombre «Rapunzel».
Así es más o menos como comienza la historia, y el resto, está muy enredado.