Fauna de «La Princesa Sofía» V – Invertebrados
El análisis zoológico de «La Princesa Sofía» se acaba aquí. Como gran despedida, vamos a echarle un vistazo a lo único que nos falta por ver: todos los animales invertebrados, o, más bien, la breve representación de tan diverso grupo que nos ofrece esta serie animada. En esta entrada veremos unos cuantos bichos, así que si eres sensible, quedas avisado. 😅

Artrópodos
A Amber se le vino el mundo encima cuando supo que tendría que hacerse ella misma su disfraz para el concurso de disfraces de Halloween. No había usado una aguja en su vida, ni sabía de hilos o patrones de costura. Si se hacía ella misma el disfraz, sería algo mediocre, y eso no lo podía permitir.
Por eso acudió al señor Cedric para que le diese algún método mágico de proveerle un hermoso disfraz. El hechicero le dio a Amber unos cristales mágicos y un hechizo que la vestirían justo antes del concurso con un magnífico disfraz de mariposa, con sus dos pares de alas. Era perfecto para ganar.

Cuál sería su sorpresa cuando, después del concurso, Amber descubrió que era incapaz de quitarse el disfraz y que las alas estaban insertas en su espalda y eran funcionales. Aquello no era un simple disfraz, sino una transformación parcial en mariposa. Por desgracia, no sé a que especie pueden pertenecer esas alas, y hasta dudo que sean de alguna mariposa real.
Podríamos ahora hablar sobre la funcionalidad de las alas de Amber, más o menos como hice hace tiempo con las gárgolas y las valquirias, pero este no es el momento ni el lugar. Quizás algún día hablemos de este problema de anatomía comparada. Vamos con las mariposas.
De entre todos los órdenes de los insectos, el orden de los lepidópteros es el mejor representado en la serie con las mariposas, quizás porque siempre se las ha considerado como unos insectos elegantes y coloridos que encajan con las princesas más que ningún otro bicho. El carácter morfológico que une a todas las mariposas es el poseer dos pares de alas recubiertas de escamas pigmentadas que les dan su aspecto típico.
Normalmente, esas escamas son iridiscentes y de vivos colores, formando intrincados diseños de manchas, líneas y ocelos. Sin embargo, también existen unas pocas especies de mariposas blanquinegras, como las que siempre acompañan a la princesa Ivy sirviéndole de espías y secuaces alados. Estas podrían ser mediolutos norteñas (Melanargia galathea).

Todas las mariposas diurnas se engloban dentro de la superfamilia Papilionoideas (o Ropalóceros), que, por definirlo brevemente, son todas las mariposas que más o menos encajan dentro de nuestro esquema mental de «cómo debería ser una mariposa». Todas son bonitas, todas vuelan de día y todas las identificamos sin duda como una mariposa.

Al resto de los lepidópteros, a los que solemos llamar mariposas nocturnas, mariposas peludas o «polillas» se los clasificaba antiguamente como Heteróceros, hasta que se vio que esta taxonomía era demasiado simplista y alejada de la realidad. Las relaciones evolutivas entre las distintas mariposas no son tan sencillas, y no podemos clasificarlas a todas en diurnas y nocturnas.
Sin embargo, aunque se ha demostrado que es incorrecta, la clasificación tradicional se continúa utilizando entre los coleccionistas de mariposas, que todavía siguen separando sus especímenes en «mariposas diurnas» y «polillas en general».
Respecto a las polillas, las únicas que aparecen en la serie son las «polillas de plata» que atacan en masa a Sofía, Amber y Jun cuando se abrían camino por la selva. No encontrado ninguna especie que se llame así, pero sí que se parecen a la polilla esmeralda (Chlorissa viridata).


Volviendo a la princesa Ivy, además del cortejo de mariposas blanquinegras que siempre le acompaña, tiene a su servicio otros insectos voladores de intenciones más siniestras y que pertenecen al orden Odonatos. Esta malvada princesa puede invocar desde sus manos unas libélulas amnésicas que funcionan como el neuralizador de los «Hombres de Negro»: borrando la memoria de aquellos a quienes atacan. Pretendía usarlas junto con sus mariposas para apoderarse del reino de Encantia; por suerte, Sofía y Amber encontraron la manera de librarse de ella.
Además de sus libélulas, la princesa Ivy también lleva una gran libélula estampada en el pecho de su vestido. Se ve que le gustan.


Los coleópteros son el orden de insectos más variado, con 375.000 especies repartidas por todos los continentes y que todos nosotros podemos identificamos como escarabajos. Pues de tantas especies, como pobre muestra de toda esa gran diversidad, los animadores de la serie solamente nos ofrecen una luciérnaga, y encima simbolizada como un pobre punto de luz.

Porque Sofía quería salir de noche y necesitaba una luz para alumbrarse, que entonces no habría salido ningún escarabajo. Así y todo, hay que estar agradecidos.
Los himenópteros tampoco están muy bien representados en la serie. De entre las variadas especies de abejas, avispas y hormigas que integran este orden de insectos, tan solo vemos las abejas con sus colmenas que hizo aparecer la brujita Lucinda.

En el mar existe una gran diversidad de vida invertebrada, y por eso no sosrpeende que la mayor variedad de invertebrados de la serie vayan a aparecer en la única aventura submarina de la princesa Sofía, en las profundidades de la ensenada Merroway. A partir de aquí, el resto de animales que veremos serán marinos.
Por ejemplo, como abanderados de los crustáceos, los más característicos de los artrópodos marinos, tenemos únicamente a los cangrejos que Sofía y Oona se encontraron en el fondo del mar. Se parecen mucho a los cangrejos de isla Navidad (Gecarcoidea natalis), a pesar de que esta especie vive en tierra y sólo se adentre en el mar para reproducirse. ¿Será por eso que todos estos cangrejos están por parejas?

Moluscos
Cuando el señor Cedric se propuso robar la «Peineta de los Mares» (un artefacto mágico que le permitiría dominar a voluntad las olas y las corrientes oceánicas), se le ocurrió convertirse a si mismo en una criatura marina para mezclarse con el resto de la fauna de la ensenada Merroway y así pasar inadvertido. Usó el siguiente hechizo:
«Del aire al agua, de la tierra al mar, en criaturas marinas nos hemos de transformar.»
Wormwood, su fiel cuervo mascota, también quedó transformado en un animal marino, concretamente en un calamar. No estoy muy versado en cuanto a especies de calamares, aunque al menos os puedo decir que todos forman parte del orden Téutidos y que a Wormwood le faltan un par de tentáculos. Lo han diseñado con sólo ocho, cuando los calamares reales tienen diez tentáculos; ocho cortos y un par de tentáculos adicionales y mucho más largos que utilizan para capturar a sus presas desde lejos.


La criatura en la cual se transformó el señor Cedric también tiene pinta de cefalópodo, pero ni me voy a molestar en buscarle más parecidos.
Mientras el señor Cedric y Wormwood tramaban sus planes, Sofía y la princesa Oona disfrutaban de un número musical en el que participaron muchos invertebrados de la ensenada Merroway, entre ellos, un par de pulpos bailarines. Estos cefalópodos sí que tienen ocho tentáculos de verdad, y junto a los demás pulpos forman parte del orden Octópodos.

Me llama mucho la atención que, en toda la serie, no hayan aparecido caracoles ni babosas terrestres, ni uno solo de estos gasterópodos tan comunes en nuestro entorno. ¿Será que no son propios de princesas? ¿O es que en Encantia no han oído hablar del escargot?
Parece mentira que para encontrar a algún miembro de los gasterópodos haya tenido que buscarlos en el mar, como esta pareja de nudibranquios o babosas marinas. Como no podía ser de otra manera, también tenían que estar bailando.

Y unas ostras perlíferas (Pinctada margaritifera), cada una con su perla, como representantes de la clase de los bivalvos. Aparte de violar completamente la simetría corporal de los bivalvos, los animadores les han colocado a estas ostras un par de llamativos ojos fuera de la concha. Esto no tiene ninguna lógica, cuando sabemos que literalmente los bivalvos no tienen ni cara ni cabeza. Y si no, que le pregunten al «Sin Cara» de «El viaje de Chihiro».

Otros invertebrados
Esto se nos acaba. Solamente nos queda citar un par de invertebrados de la ensenada Merroway que son ajenos a los grandes filos de los artrópodos y los moluscos, pero curiosamente tienen mucho en común con las ostras de ojos saltones.
También en el mismo número musical, vemos unas cuantas estrellas de mar bailando al más puro estilo «cancán», todas agarradas unas a otras. Igual que con las ostras, los animadores les han añadido un par de ojos y una boca para darles más expresividad, cuando las verdaderas estrellas de mar realmente tienen el orificio oral en el centro de sus cuerpo y un ojo en la punta de cada brazo. Las estrellas de mar forman parte del filo Equinodermos.

Y por último, unas medusas con ojos también saltones. Cómo un biólogo acostumbrado a ver de todo, no sé qué me tira más para atrás: si las verdaderas medusas sin emociones y tentáculos llenos de células urticantes o estos cnidarios rositas de mirada fija.

Conclusión
Damos por completado el análisis faunístico de «La Princesa Sofía», que comenzó con los mamíferos peludos y ha terminado con extraños monstruos mutantes del fondo marino. Estoy muy satisfecho. He aprendido varias cosas durante la creación de estas entradas, y sólo espero que hayáis disfrutado tanto con su lectura como lo he hecho yo mismo con su redacción. O al menos, haber despertado vuestra curiosidad sobre el reino animal.

Pero no vayáis a creer que esto ha terminado. Las aventuras de la princesa Sofía aún están lejos de acabar, pues esta serie de «Disney Channel» de tanto éxito ya tiene entre bambalinas una tercera temporada que vendrá acompañada de nuevos animales. Y aquí estaremos para analizarlos como se merecen.
Ya lo veremos.
Referencias: (1) La princesa mariposa; (2) La maldición de la princesa Ivy; (3) El día libre de Baileywick; (4) Princesas al rescate; (5) Qué suenen los trolls; (6) La brujita; (7) El palacio flotante; (8) Érase una vez una princesa.