Fauna de «La Princesa Sofía» III – Aves

Ahora nos tocan las aves. En la presente entrega de La Fauna de «La Princesa Sofía», veremos a todos los dinosaurios emplumados que aparecen en la serie. La mayoría serán amigos y aliados de nuestra princesita, mas otros tendrán malévolas intenciones.

Hay pájaros, como Wormwood, que están mejor enjaulados. (1)

Paseriformes

Todos los magos y brujos saben que no se puede ejercer bien su profesión sin un compañero alado que te sirva como tus ojos y tus alas. Merlín lo sabía; Maléfica lo sabía; Harry Potter lo sabía; y Cedric, el mago residente en el palacio del rey Roland II, también lo sabe muy bien. El secuaz alado de Cedric se llama «Wormwood» y es un cuervo (Corvus corax).

El mago Cedric y su cuervo. (1)

Wormwood (o «Wormy», como lo llama cariñosamente Cedric) pertenece junto a las urracas, grajos y cornejas a la familia de los córvidos, unos pájaros de hábitos oportunistas que acostumbran a tener una inteligencia excepcional.

Los córvidos son solo una de las muchas familias del gran orden Paseriformes, al que pertenecen más 5700 especies de aves repartidas por todo el mundo. Son los pájaros propiamente dichos, también conocidos como aves cantoras o aves de percha. Estos dos últimos nombres se refieren a los caracteres anatómicos que unen al orden: una laringe (o siringe) adaptada al canto y unos tendones en las patas que doblan automáticamente los dedos al posarse, permitiendo que los pájaros puedan dormir toda la noche en una rama sin caerse.

Entre los amigos animales de la princesa Sofía hay un par de pájaros de los que aún no hemos dicho «ni pío». «Robin», el pájaro pardo con el pecho y el vientre anaranjado es un petirrojo americano (Turdus migratorius), precisamente la misma especie que el petirrojo de Mary Poppins. Ya sabéis; ese con el que canta:

♫ «Con un poco de azúcar esa píldora que os dan, la píldora que os dan os pasará mejor. Con un poco de azúcar esa píldora que os dan, satisfechos tomaréis.»».

Los amigos animales de Sofía, que son Robin, Mia, la ardilla Whatnaught y el conejo Clover. (1)

El otro pajarillo, «Mia», tiene la cabeza y el dorso de un azul brillante y el pecho blanco, y podría ser un azulejo de las montañas (Sialia currucoides). Las especies de Robin y Mia son de la familia de los túrdidos y viven en los bosques templados de América del Norte.

Robin y Mia suelen traerle buenas noticias a Sofía. (2)

Como ya dije, la habilidad de Sofía de hablar con los animales se debe al amuleto de Avalor, ese colgante violeta que lleva siempre a todas partes y no se quita ni para dormir. Sin embargo, el llevarlo puesto no es suficiente; primero tuvo que activar su poder mágico, según las instrucciones de uso del amuleto de Avalor: «Por cada acto bueno o malo que uno hizo, concede la bendición de un poder o la maldición de un hechizo.»

El «acto bueno» que hizo Sofía, por pura amabilidad y sin conocer sus mágicas consecuencias, fue recoger a un polluelo y colocarlo de nuevo junto a su madre en el nido. Siguiendo con la familia de los túrdidos, podrían ser zorzales comunes (Turdus philomelos).

«Ya está, los dos juntos. Como debe ser. » (1)

También podemos mencionar a los pájaros que invocó Cedric para distraer a la malvada princesa Ivy, quien parece preocuparse mucho por la seguridad de sus mariposas blanquinegras. Estos pájaros parecen ser mirlos (Turdus merula) que pertenecen igualmente a la familia Túrdidos.

«¡No os acerquéis a mis pequeñas! ¡Las estáis asustando! » (3)

Una última cosa que debo aclarar. La palabra «pájaro» está reservada únicamente para hablar de las aves que formen parte del orden Paseriformes, como todas las que hemos visto hasta ahora. Tratar de «pájaro» al resto de aves que veremos a partir de aquí es incorrecto, y por tanto no lo haré.

Galloanserae – Gallináceas y anseriformes

Cuando el rey Roland II quiso meterse a pastelero, pensaba que las vacas dan la leche sin necesidad de ser ordeñadas, pero resulta que sus hijos tampoco lo hicieron mucho mejor tratando con los animales de granja.

El príncipe James creía que los huevos había que sacarlos ¡directamente de la gallina! 😨, y estuvo durante un buen rato corriendo detrás de una para sacarle los huevos, hasta que Sofía le recomendó mirar en el gallinero. Suerte que al muy bruto siempre se le escapaba, porque si llega a atrapar a la pobre gallina habría sido capaz de desplumarla buscando los huevos (o algo peor). 

«Ven aquí, gallinita. Necesito tus huevos.» (4)

Amber también tuvo sus problemas con las aves de corral. En su caso, sufrió un brote de histeria por una gallina psicópata que la perseguía a todas partes, quizás porque estaba cubierta de harina o iros a saber. A lo mejor es que la gallina quería demostrar quién mandaba en el corral.

La gallina psicópata. (4)
«¡Aaah! ¡Qué viene la gallina! ¡Qué viene! ¡Corred! ¡Aaahhh!» (4)

Las gallinas y los gallos domésticos (Gallus gallus domesticus) son los miembros más característicos del orden Galliformes o gallináceas. Todos los integrantes de este orden son aves de hábitos terrestres, que ponen grandes nidadas y con polluelos nidífugos, es decir, que nada más nacer los pollitos son capaces de seguir a su madre y buscarse su comida lejos del nido.

Los machos de las gallináceas, como el gallo «cantamañanas» que fue a despertar a Sofía, muestran un aspecto más llamativo que las hembras y compiten entre ellos por el derecho a aparearse. Lo normal es que no se ataquen físicamente, quedando las disputas en cantos y exhibiciones del plumaje.

«¡Kikirikiiiii! ¡Todas las gallinas pa’ miiiií!!!» (4)

Exhibiciones nupciales tan brillantes como las que interpreta «Praline», el pavo real mascota de la princesa Amber, que también es un macho. Los pavos reales (Pavo cristatus) forman parte de la familia Fasiánidos, al igual que los faisanes, las perdices, lascodornices y las gallinas y gallos que ya dejamos atrás.

«¡Mira como se «pavonea» mi pavo! ¿A qué mola?» (5)

Cuando a Sofía le encargaron en la academia que organizase una fiesta del té, se le ocurrió pedirle a unos cisnes (Cygnus olor) que interpretasen un baile para amenizar el evento. Sería algo así como «El lago de los cisnes», solo que cambiando el lago por una fuente y así sería «La fuente de los cisnes».

«¡Hola! Estoy buscando voluntarios para bailar ballet. ¿Os apuntáis?» (6)

Las Anseriformes, orden del cual forman parte cisnes, patos y gansos, son aves acuáticas que tienen muchos rasgos en común con las gallináceas, especialmente el tamaño de las nidadas y el carácter nidífugo de sus crías. No es casualidad que pollitos y patitos puedan seguir a su madre nada más salir del huevo, algo que es muy raro en otros órdenes de aves, en los cuales los polluelos nacen desnudos y desvalidos y no abandonan el nido hasta semanas o meses después.

Las pruebas aportadas recientemente por la secuenciación genética confirman lo que los ornitólogos ya sospechaban: que las anseriformes y las gallináceas proceden de un ancestro común y están más emparentadas entre ellas que con otras aves. Es por esto que, hoy en día, se clasifican juntos a ambos órdenes en el superorden Galloanserae.

Columbiformes

Nada más llegar por primera vez a palacio (y de hecho, en los créditos de inicio de cada episodio), un par de palomas blancas le colocan suavemente una tiara a Sofía, como símbolo de bienvenida a la familia real de Encantia.

Sofía y las palomas blancas. (1)

Las Columbiformes son el orden en el que quedan reunidas todas las palomas y tórtolas, que, además de detalles anatómicos internos que no vienen al caso, tienen en común el alimentar a sus pichones con un fluido especial producido en el buche, llamado «leche de paloma».

Las palomas blancas que le colocan la tiara a Sofía son de una variedad leucista de la paloma doméstica (Columba livia domestica), que solemos identificar como «palomas de la paz». Estas y sus variedades de plumaje gris son las palomas que encontramos con tanta frecuencia en las calles y parques de nuestras ciudades, a veces en tal abundancia que hay quien las llama «ratas voladoras» o «aves de cloaca».

Por supuesto esta es solo la opinión de algunos. Sé que en grandes números las palomas pueden llegar a resultar un problema de salud pública, porquería en los bancos y cagadas en el parabrisas. Pero merece la pena el daño si así disfrutamos de vida salvaje en la ciudad. ¡Larga vida a las palomas urbanas!

Aparte de las palomas, en «La Princesa Sofía» también aparece otra especie de columbiforme. El ilusionista que secuestró a Clover tenía una tórtola blanca que le ayudaba en el espectáculo. Solemos pensar que son palomas lo que utilizan los magos en sus trucos, cuando en realidad son tórtolas de plumaje blanco, más pequeñas y fáciles de mantener ocultas en una chistera.

«No soy una paloma. Soy una tórtola.» (7)

Las tórtolas domésticas (Streptopelia risoria) son normalmente de plumaje pardo o ceniciento, como la que se posó delante de Jade, una de las amigas de Sofía.

Una tórtola de plumaje normal, posada sobre el jarrón. (8)

Otros órdenes de aves

Visto todo lo anterior, ya solo nos queda mencionar a algunas aves de órdenes que apenas están representados en «La Princesa Sofía».

«Farley» es una gaviota de la ensenada Merroway que ayudó a Sofía a encontrar a la princesa Oona, buscando «a vista de pájaro» como solo las aves voladoras saben hacerlo. Podría tratarse de una gaviota argéntea (Larus argentatus), que pertenece al orden Caradriformes junto a chorlitos, frailecillos y otras aves de vida costera.

«¡Mio! ¡Mio! ¡Mio! ¡Mio! digo…. ¡He encontrado a la princesa Oona!» (9)

En los jardines de la ciudad prohibida, vemos brevemente a una grulla japonesa o grulla de Manchuria (Grus japonensis), una de las aves zancudas más famosas del orden Gruiformes. Esta en concreto andaba buscando en un estanque algo que llevarse al pico, quizás una carpa ornamental.

Una grulla en el estanque. (10)

La única ave rapaz que aparece en toda la serie es el búho nival que ayudó a Sofía a encontrar a su padre perdido en la nieve. Los búhos nivales (Bubo scandiacus) viven en las tundras del Ártico y son las rapaces nocturnas (orden Strigiformes) con el área de distribución más septentrional.

¡Hedwig! ¿Eres tú? (2)

Una aclaración. Podéis llegar a ver que en algunos sitios los llaman «lechuzas de las nieves» o «lechuzas blancas». Pues bien, eso es incorrecto. Siempre han sido búhos nivales, y si esta confusión existe es en buena parte debido a que en los libros de Harry Potter no dejan de llamar «lechuza» a Hedwig, la hembra de búho nival del «niño que sobrevivió».

Aves mitológicas

He pensado en dejar para el final aquellas aves que no he podido colocar en ninguno de los órdenes existentes, sencillamente porque son mitológicas.

En el palacio de Encantia, vive una familia entera de grifos que custodian celosamente las joyas de la corona. Al sentirse atraídos de forma natural por los objetos brillantes, son los guardianes perfectos, siendo capaces además de atacar salvajemente a quien intente robar lo que no le pertenezca. Toleran la presencia de la familia real y los sirvientes de la corte, pero los ladrones no tienen nada que hacer.

Sofía y un grifo bebé. (11)
Los grifos adultos vigilan desde las alturas. (11)

Los unicornios resultaron fáciles de encajar junto a los caballos, ya que no eran más que jamelgos con un cuerno helicoidal saliendo de la frente. Pero, ¿y qué hago yo con los grifos? ¿Dónde meto a una criatura quimérica que es mitad águila y mitad león? ¿Con las aves o con los mamíferos? Al final he dejado a los grifos entre las aves, aunque no esté muy convencido de ello.

Más claro lo tengo con nuestra última ave. El rey Roland II y la reina Miranda se fueron un buen día a hacer «bird watching», es decir, a observar aves como ornitólogos aficionados, con unos prismáticos y un cuaderno de campo donde tomar nota de los avistamientos.

Debo decir que el vestuario que escogieron para ir a observar aves no es el más adecuado, sobre todo la reina Miranda que con su tiara y el vestido rosa llama demasiado la atención entre los árboles y arbustos. Precisamente, cuando sales al campo a observar la vida salvaje debes vestirte con colores apagados para tratar de confundirte con la vegetación y no ahuyentar a los animales.

«Mira, cariño. Allí lo tenemos.» (12)
¡Un fénix! (12)

Pero así y todo, novatos y mal vestidos, fueron a dar con el ave que estaban buscando: un fénix, un plumífero fabuloso del que muy poco se sabe pero que todos conocemos como «el ave que renace de sus cenizas». Será muy fantástico y legendario, pero sin duda lo podemos clasificar entre las aves.

Ya se nos han terminado las aves. ¿Os ha gustado? En la próxima entrega de La Fauna de «La Princesa Sofía», veremos a los vertebrados de sangre fría que hacen su aparición en esta serie: reptiles, anfibios y peces. ¡No os lo perdáis!


Referencias: (1) Érase una vez una princesa; (2) Fiestas en Encantia; (3) La maldición de la princesa Ivy; (4) El rey pastelero; (5) Un conejo de concurso; (6) Té para demasiada gente; (7) Buscando a Clover; (8) Cuatro son multitud; (9) El palacio flotante; (10) Princesas al rescate; (11) El amuleto de Avalor; (12) Rey por un día.


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