Arcillas expansivas en la ciénaga de Shrek
Me vais a permitir que antes de examinar el grueso de las plantas de «Shrek», comparta con vosotros una hipótesis sobre la ciénaga de nuestro ogro que podría tener sorprendentes consecuencias si fuese llevada al extremo. Y ya que estamos, identificaremos algunas especies vegetales de la película.
Plantas en la ciénaga de Shrek
Shrek eligió para instalarse una apacible ciénaga emplazada en una hondonada y rodeada de espesos bosques de una especie arbórea muy común en los terrenos pantanosos de clima templado, el ciprés calvo o ciprés de los pantanos (Taxodium distichum).
Es una conífera de la familia Cupresáceas de hasta 50 m de altura que se encuentra bien adaptada para prosperar en las ciénagas. Es nativa del sureste de América del Norte, y si alguna vez habéis visto alguna película ambientada en los pantanos de Louisiana o Florida, esos que están plagados de mosquitos, caimanes y paletos desdentados tocando el banjo, el ciprés calvo será casi la única especie arbórea que aparecerá.

Esta conífera ha evolucionado específicamente para sobrevivir en un ambiente tan hostil como un pantano, con un suelo cubierto siempre de agua estancada y fango espeso. Su sistema de raices es muy amplio y se abre como una mano sobre el suelo, asegurando con firmeza el resto del árbol como si las raíces fueran contrafuertes. Shrek instaló su propia casa en lo que antaño fue la base de un gigantesco ciprés de los pantanos. Desconocemos si el ogro aprovechó el árbol cuando ya estaba muerto o en cambio él mismo lo escogió como su hogar y lo taló, aunque eso ahora no viene al caso.
Mientras Shrek se da un chapuzón, se aprecian algunas plantas flotantes compatriotas del ciprés calvo. Sus flores entre blancas y rosas, con el estigma amarillo y redondo las delatan como lotos americanos (Nelumbo lutea). Lástima que una flor tan bonita no la hayan mostrado más de cerca.
Ya que está en el agua, Shrek aprovecha para pescar su cena «zurrándose un buen cuesco». Esas pequeñas plantitas redondas y similares a lentejas que aparecen flotando junto al pez y luego forman el nombre de Cameron Diaz (la actriz que presta su voz a la princesa Fiona en la versión original) son lentejas de agua (Lemna minor), una planta invasiva por derecho propio muy capaz de conquistar lagos enteros debido a su veloz multiplicación.

Tras bañarse, cuando nuestro ogro aprovecha la luz del ocaso para pintarse un autorretrato, vemos junto al ciprés algunas espadañas (Typha sp), y al fondo hay muchas más.
Arcillas expansivas y huellas que desaparecen
Dichas las plantas, vamos a lo importante.
Como bien sabemos, Shrek y el charlatán Asno se conocen por primera vez en un bosque cercano a la ciénaga, pero cuando regresan a ella se aprecia un pequeño detalle que despierta muchas sospechas. Si miramos al suelo en la imagen, únicamente vemos el rastro de huellas que acaban de dejar los dos amigos al entrar; el ogro con sus pantuflas, y la «mula en miniatura» con sus cascos. Sin embargo, los cientos de huellas que debería haber siendo ese el «patio» de Shrek no aparecen por ninguna parte. Ni una sola huella, aparte de las más recientes. ¿Cómo es posible?
Fácil; algo o alguien ha borrado las huellas antiguas mientras Shrek y Asno estaban ausentes. Pero, ¿qué o quién?
Mi hipótesis es que el patio de Shrek, así como su casa, se asienta sobre un suelo de arcillas expansivas, y que además su ciénaga forma parte de un sistema de lagunas costeras, afectadas por tanto por la inexorable subida y bajada de las mareas, tal y como sucede en los deltas de los grandes ríos, como el Nilo en Egipto, el Misisipi en Estados Unidos o el Ebro en España.
Los suelos de arcillas expansivas, llamados vertisoles, es un tipo de terreno particularmente temido por los arquitectos y los ingenieros de caminos de todo el mundo. Tienen la propiedad de aumentar su volumen cada vez que se humedecen, sea por las lluvias o por la crecida en el nivel de las aguas subterráneas. Cualquier construcción rígida que se apoye sobre un suelo de esta clase, desde una simple carretera hasta los cimientos de un edificio, deberán estar calculadas para resistir los cambios de volumen que se produzcan al hincharse o contraerse la arcilla. Si no, no durarán mucho.
Ya lo vais entendiendo. Si suponemos que la ciénaga de Shrek padece de arcillas expansivas y que no está demasiado lejos del litoral, bastará con que se produzca una marea especialmente viva para que aumente el nivel de las aguas subterráneas, las arcillas se hinchen con la humedad y así borren cualquier rastro que hubiese en la superficie. De esta manera quedaría todo como una tábula rasa lista para que Shrek y Asno lleguen y pongan sus huellas.
En pocas palabras, «cada vez que sube la marea, el suelo se expande y las huellas desaparecen«. Ya me comentaréis si mi hipótesis convence o no, pero creo que explica bastante bien la misteriosa desaparición de las huellas.